Capitulo 5: La carta.

Me sonríe esperando una respuesta.Pero no la tengo, no puedo responder a la pregunta tan simple .
Samm rompe el hielo riéndose.
-Sabes que no.-Dice ya seria
-Tendrías que habérmelo contado.-le digo algo enfadada.
-No soy adivina,y me dijiste que no.Pero tiene solución.-Me dice descolgando el teléfono.
-No,no hagas eso por mi. Además puede que mi chico no sea Fer, y el chico de las cartas...-Le digo sentándome en el sofá.
Ella se acerca y me abraza.
Desde el día que fuimos al cine esta saliendo con Fer.Mis ilusiones se habían roto en mil pedazos,y lo peor es que Samm estaba allí sintiéndose culpable y yo no podía evitar odiarla por conseguir a Fer.Pero ¿qué podía hacer ?, Samm es como una hermana para mi, y Fer, el es el chico que me volvía loca en segundaría.
Suena el timbre.

-¿Está Samm?- Dice Fer sonriente.
Lleva una camiseta gris, unos pantalones vaqueros algo descastados, y unos zapatillas.
-Sí- le respondo algo borde.
Él me mira, preguntado me que me pasa. Pero cuando ve a Samm acercándose, no le presta tanta atención a mi tono de voz.
Samm coge su chaqueta del perchero, y cuando se pone enfrente de él se funden en un perfecto beso.
Él la agarra de la cintura y ella rodea con sus brazos su cuello. Cuando se separan Samm se vuelve a acordarse de mi existencia.
-¿ Estarás en la casa?-Me dice intentado disimular la felicidad que le produce estar junto a Fer.
-Tranquila, no tengo nadie que venga a casa para llevarme a dar una vuelta.-Le respondo, al terminar la frase cierro la puerta dando un portazo.
Sé que no debería haber echo tal cosa.Pero no es justo.A ella le vasto con dos horas de película para conseguir estar con Fer. Y yo sigo recibiendo las cartas de un desconocido, o un acosador.Pero me gustaba, cada vez que leía las cartas que me enviaba me sentía especial por un momento, bien, única...
Pero ya hace dos días que no me envía ninguna.La última me la envió al día siguiente de ir al cine. Parecía que ahora a todos les había dado por olvidarme. Samm, Fer, el chico Anónimo... 
Suena el timbre. No puedo evitar sonreír por ello.
Pero una vez más no es nadie. Entonces me doy cuenta que una nota cuelga de la puerta.
La abro.Estoy ansiosa por sabes lo que el chico anónimo a escrito en ella.
Para una señorita necesaria en mi mundo:
Pronto me conocerás. Quizás sientas los que yo siento por ti, o quizás solo sea una cara y un nombre más . Hasta puedes no reconocer que soy yo, que soy el Anónimo que firma todas estas cartas.
Te daré pistas: La primera es que mi nombre, como el tullo, también empieza por A, La segunda y última es que estaré hay. Quizás no entiendas que quiero decir con la ultima frase,pero lo sabrás.
Guardo la nota en un cajón y enciendo la tele.Entonces mil preguntas vienen a mi y el timbre vuelve a sonar. Noto como mi corazón late más fuerte que nunca. Y mil sentimientos me envuelven.